jueves, 15 de diciembre de 2011

ZENPO KAITEN UKEMI


El judo es el más realista de los deportes porque lo que primero te enseñan es a caer. Durante un buen tiempo lo único que haces es rodar sobre el tatami y dejar que la gravedad actúe sobre tu cuerpo. Al suelo una y otra vez, de frente, de espaldas, de lado, del otro lado y rodando. Cuando ya sabes caer ya estás preparado y te enseñan el agarre (Kumikata) y las técnicas.

Dejé el judo hace mucho por un problema de horarios. Los estudios por obligación y el baloncesto por devoción no dejaban hueco en el calendario para la práctica de un arte marcial. Así que con dieciséis años me planté, aunque todavía conservo mi judogui y varios cintos en el fondo del armario.

El otro día fui a correr y ya era de noche. Corría por una zona peatonal, rodeada de árboles y sin obstáculos aparentes. Uno va con los cascos y, llegado un momento, más que correr, arrastra los pies. Con tan mala pata que una piedra se interpuso en mi camino. En medio de la oscuridad no la vi y caí como si alguien me hubiese puesto la zancadilla. En un segundo estaba maldiciendo en el suelo, sudado y contento de que, por lo menos, no me hubiese visto nadie. Me di cuenta de que no me había hecho daño porque había rodado sobre mí mismo en lugar de poner las manos que se quemarían contra el asfalto. Todavía en el suelo me percaté de que había ejecutado algo que no practicaba en quince años. Me acordé de las clases de judo y del Zenpo Kaiten Ukemi, caída de frente rodando. Me levanté y seguí corriendo, que es gratis.

jueves, 1 de diciembre de 2011

RIGOR GENERACIONAL


Visito a mi abuelo un viernes. Al día siguiente le será practicada una biopsia en el pulmón. Lo encuentro bien, animado y sólo se queja del ayuno. Mi abuelo es hombre de apetito y el no comer antes de la prueba supone un contratiempo importante para él.

El sábado le realizan la biopsia y el domingo lo visito de nuevo para ver cómo se encuentra. Está recién afeitado y viste arreglado. Esa mañana le ha dado tiempo a tomar los vinos en el bar de siempre como un domingo cualquiera, antes de mi visita. Me sorprende comprobar el buen estado en que se encuentra y me planteo cómo actuaría yo si tuviese que afrontar una biopsia. Me imagino que estaría lleno de preocupación la víspera y encamado al día siguiente.

Comparo mi generación con la de mi abuelo y sólo puedo encontrar diferencias. Ellos son hombres habituados a sufrir. Gente que se crió soportando los rigores del frío, no como yo que he crecido con las molestias de la calefacción central. Claro, esa generación se limpiaba el culo con hojas de higuera, la mía lo hace con toallitas húmedas.

viernes, 11 de noviembre de 2011

PR€CIO$


Con el I.R.P.F. de nuestras nóminas y con el I.V.A. de lo que consumimos, se construyen carreteras, se pagan profesores, se costea la sanidad y se sostiene el estado del bienestar. También se subvencionan un sinfín de actividades, algunas más fructíferas y necesarias que otras, y se sostiene por ley la existencia de los partidos políticos.

Ayer caminaba por una céntrica calle de una ciudad española y un ser humano que todavía cree en la clase política me agasajó con una bolsa publicitaria. Era roja en su totalidad a excepción de unos filos transparentes y la palabra Rubalcaba en el centro. En su interior había un programa electoral (versión reducida y edulcorada), siete caramelos (también edulcorados), una postal, tres pegatinas y varios panfletos. Todo bien impreso y cortado.

Me paro a pensar en lo que se van a gastar los partidos políticos subvencionados en esta campaña y me entran calambres y sudoraciones varias. Pienso en todo el dinero que se va a invertir en un mensaje vacío, en el dinero que se tirará al contenedor de papel porque va dirigido a gente que está harta de oír y de escuchar sólo ruido que no soluciona nada. Es cosa de todos, hoy es la propaganda de Rubalcaba, hace cuatro años fue el aceite de Rajoy, tres botellitas virgen extra cuidadosamente estuchadas. Despilfarro en propaganda que sale del I.R.P.F. de nuestras nóminas y del I.V.A. de lo que consumimos.

PD: Felicidades a Iván, el primogénito de Soraya Saénz de Santamaría. En los próximos cuatro años, pase lo que pase, no le faltarán pañales ni biberones.

jueves, 3 de noviembre de 2011

GAMELA VERDE


Lo mejor de sumergirse en el mar es el sonido sordo que la presión ejerce en los oídos. Ese sonido cautiva a todo el que se deje llevar por la voz del océano. Se oyen más los roces que los ruidos. Hurgar con la palma sobre la arena provoca un festival de decibelios y la huída de alguna despistada acedía.

Aquel verano sólo el mar reconfortaba las ideas y pasiones de un joven que se desvivía por una chica de ciudad, con familia y apellido. Con mirada altiva y cuerpo esbelto. Con rubios cabellos, barco atracado y patrón de yate. Un hombre que nunca se ganó la vida en el mar y coleccionaba las ánforas antiguas que los lugareños le ofrecían como obsequio.

Había un mundo entre el joven de pueblo y la chica de ciudad. Ella se bronceaba en la proa del yate. Se zambullía cuando el calor más apretaba. Se peinaba en cubierta al atardecer para que su pelo se mantuviese bello como su rostro. Disfrutaba de las vacaciones con aire despreocupado. Él se endurecía las manos con las cuerdas y las redes. Se embadurnaba del olor a tripas del pescado que arribaba a puerto. Se ennegrecía la tez tras horas de trabajo mientras la salitre se le incrustaba en el alma. Ella nunca se fijó en él. Él jamás la olvidaría.

viernes, 28 de octubre de 2011

GENTE QUE TAL VEZ CONOZCAS


Los días grises casi opacos, es complicado teclear con sentido y conseguir entrelazar palabras con coherencia. La mente se despista hacia cualquier absurdo objeto o pensamiento, sin pedir permiso. El maldito folio en blanco, que no deja de ser un conjunto de puntos lumínicos que en el cerebro son reconocidos como un folio en blanco digital, se convierte en un enemigo inquebrantable y orgulloso.

Ante tal tesitura, la navegación resulta ser el único antídoto. Hay quien puede surcar mares reales, como Pérez Reverte, y zarpar en un bote al encuentro de espadachines, aventureros y héroes del Siglo de Oro. Otros, más humildes, han de zarpar sobre cables de telefonía y conexiones inalámbricas para buscar motivos en el mar de Internet. Ahí entra en juego el Facebook, “gente que tal vez conozcas”, donde se puede hurgar en la cotidianeidad de desconocidos para construir esas historias.

Uno se encuentra con las fotografías de un cuento que cuenta que una chica de Madrid viajó al sur, se encontró su nombre escrito al otro lado del mar, se bañó en una cascada eterna, se enamoró de un hombre negro de color negro, comió y bebió de su mano, se dejó hacer trenzas en el pelo y regresó nostálgica para siempre a su vida de siempre que nunca sería como entonces.

jueves, 13 de octubre de 2011

TRAPALLADAS II


Si pensásemos las cosas antes de decirlas, el mundo sería un lugar silencioso.
Messi no se entiende con sus compañeros de la selección argentina porque es parco en palabras.
Si te toca la lotería, huye y, sobre todo, no montes una productora de televisión.
Al extinto canal de noticias, mi abuelo le llamaba “CNN crus”.
Una buena forma de crear un mártir es matarlo y tirarlo al mar.
¿Por qué es más fácil nacionalizarse cuando practicas bien un deporte?
Docuboxear es una palabra bonita que se ha inventado mi amigo Lolo.
Me muero por saber cómo sería el twitter de @botín.
Debido a la crisis, los detectores de metales vuelven a las playas.
La radioactividad, en Japón, va por dentro.
Me hace mucha gracia que la persona que firma el mailing de Decathlon se llame Emmanuelle.
Si se te da bien algo nunca lo hagas gratis.
Hay muchas cosas que nos llaman la atención en el zoo pero, al final, todo el mundo se queda mirando la promiscuidad de los monos.
El mayor banco de semen del mundo se encuentra en los infinitos ratones de ordenador.
Presumes de tener la mejor tarifa de móvil pero, en realidad, no tienes con quien hablar.
Un hombre que riega no puede ser mala persona.
Las cigalas hay que merecérselas. El que las quiera, que se las gane.
El 20N Ana Botella se va a recapitalizar más que la banca.
En una gasolinera sólo quedan los sospechosos o los que viajan mucho.
Enhorabuena queridos políticos, España ya sólo me importa una mierda.
Habendo pra comer, a roupa cómprase.

sábado, 17 de septiembre de 2011

COTO DE CAZA


No es alentador. Le doy vueltas a la cabeza y no consigo entender. Cuatro jóvenes, cuatro adolescentes. Cargados de futuro, con ganas de divertirse y con muy mala leche. Van al lugar donde se concentra la prostitución de la ciudad. Un lugar arbolado, un parque de día y un estercolero de noche. Los cuatro jóvenes casi adolescentes llevan consigo la compañía amenazante de dos perros. Ambos azuzados por sus respectivos dueños, tirando de las correas, respirando con agitación y tensando los músculos de su potente pecho y sus poderosas mandíbulas. El lugar está oscuro y la policía local no patrulla por allí. Es domingo y las putas no pagan IRPF. Ahí están las víctimas, desnudas de ropa y con su cuerpo al aire pese a la humedad de la noche. Cada vez que pasa un cliente las víctimas se iluminan, como un actor en el teatro, como un cantante en un concierto. Los faros de los coches descubren sus cuerpos, sus poses y sus miserias. También su ubicación. Y hacía allí se dirigen las seis figuras animales sedientas de crueldad. No sé qué pasó, no me quedé a contemplar el espectáculo. No llamé a nadie ni pedí ayuda. Sólo dejé hacer al destino y seguí con mi vida, cobarde como todos, pensando en el alcalde de esta ciudad.

AL SOL QUE MÁS CALIENTA


Una chica vende pulseras por la calle. Sospecho que las ha hecho ella misma, o algún conocido con el que haya montado una pequeña empresa que ni tributa ni declara. Las pulseras permanecen enrolladas a un canuto enorme que antaño resguardaba un mapamundi de Peters en su interior. La chica se cruza con un aprendiz de guitarrista con pinta de nórdico. Le ofrece alguno de sus productos y el músico pica. Justo donde se detienen, yace al sol un mendigo resguardado del frío suelo por unos cartones. Ausente, presencia el regateo entre ambos. La escena despierta la atención de una pareja de mujeres de sesenta años que, por supuesto, no son pareja. Ambas miran a un lado y contemplan la siesta del indigente. Ambas miran al otro lado y contemplan al músico extranjero regateando con la vendedora ambulante. Y el mendigo se levanta para mover los cartones de sitio porque ya no le daba el sol. Calentito es más fácil continuar la siesta.

lunes, 11 de julio de 2011

CRUCES Y DEMÁS VIANDAS


Aquel bulldog francés era un follador de la pradera. Montaba pelotas, piernas de personas, sillas de mimbre, gatos dóciles, garrafas de lejía y cualquier cosa que no excediese de su altura a la cruz. Pese a tener un fuelle por pulmones y sufrir un infarto en cada monta, el can no cejaba en su empeño reproductor y acometía como una bestia contra todo aquello que se le pusiese por delante. Sus dueños vieron en él un semental en potencia y adquirieron una hembra con quien el perro pudiese desfogarse. La perra maduró pero el bulldog no le prestaba mucha atención. Los dueños, extrañados, no quisieron darle importancia al asunto y pasó el primer celo y pasó la romería.

Este episodio no truncó la fama de fertilizador de nuestro protagonista y su solera cruzó las vallas que servían de frontera. Unos vecinos reclamaron sus servicios y, tras una copiosa cena bajo la pérgola de laricio ruso, se selló el acuerdo entre propietarios y pretendientes. El bulldog se ausentó de su hogar para campar a sus anchas en casa de una nueva hembra. Las noticias fueron llegando del otro lado de la valla y, efectivamente, el furor persistía pero sólo con materiales artificiales y nunca con quien debía emplearse a fondo. Ahora sí, propios y extraños no entendía el comportamiento del supuesto semental que tanto estaba defraudando.

Tras un mes de infructuosa convivencia el perro regresó a casa. Esta vez no hubo cena bajo la pérgola de laricio ruso y un simple apretón de manos bastó como despedida. La decepción era el estado de ánimo generalizado para todos excepto para el falso semental y la hembra de bulldog francés. Su reencuentro fue de lo más emotivo y justificó el porqué de lo ocurrido durante el mes anterior. Aquellos perros se habían enamorado y el macho se había negado a cumplir su natural papel. Pocos meses después de volver a verse nació la primera camada, tras el segundo celo. El macho recuperó sus galones pero cambió su fama, ya no era un semental, ahora era un perro fiel.

martes, 17 de mayo de 2011

CAMPAÑA


Os políticos fan de todo na campaña (e na precampaña e na postcampaña) por saliren na foto. É o seu hábitat natural, diante dun obxectivo que capte a importancia do que fan en cada momento para que a súa vida política quede ben reflexada nos vindeiros libros de historia (teño tentacións de escribila sen h).

O problema ven cando, enredando en Internet, atópaste cunha imaxe como a que ilustra estas liñas. Unha presidenta dunha comunidade autónoma facendo o que se espera dela, darlle ós pedais. Porque cando a xente vota nunhas eleccións por alguén, case nunca se interesa polo programa, só pensa en que o candidato sea quen de montar en bicicleta. Éche así, o que se di facer política. Que non se me enfade ninguén, podería ter posto unha fotografía de calquera candidato de calquera partido político. Isto vai en contra da política en xeral, non pretendo suliñar particularidades ideolóxicas.

Que me amola desta imaxe? A víctima, a inocente víctima. A persoa que sufrirá máis que o esforzado fotógrafo que tirou a instantánea, máis que o sillín que soportou a gravidade do cú presidencial, máis que o operario que pavimentou o carril bici, máis que o director de imaxe que insistiu na importancia de levar o casco posto. A real víctima deste retrato é a nena que circula en segundo plano, trala presidenta, con chaleco reflectante e mochila ás costas. Esta rapaza non tiña que aparecer ahí, empregada como reclamo publicitario, como un pouco de agua sobre unha leituga pocha. Alguén lle preguntou? Alguén chamou ós tutores legais para solicitarlles os dereitos de imaxe? Alguén levou a pertinente documentación ó Tribunal de Menores? Que máis dá! O importante é que a presidenta pode presumir de foto. E quizáis valla para ilustrar as páxinas da súa biografía. Cunha nena ó carón. Flash!


PD: Imaxe atopada en Internet sen autoría especificada.

viernes, 15 de abril de 2011

HIERRO 3


- No más golf en el guión.

- ¿Ya no te gusta el golf?

- Nunca me ha gustado el golf.

- Pues lo dices todos los días.

- Porque tú lo escribes en el guión.

- Yo lo escribo porque pensaba que a ti te gustaba.

- Pues no me gusta.

- ¿Por qué no? Es bonito respirar aire puro y estar rodeado de naturaleza.

- Naturaleza artificial, dirás.

- Naturaleza, al fin y al cabo.

- Es igual, no quiero más golf.

- Prueba a ir un día, ya verás como te gusta.

martes, 12 de abril de 2011

CAFÉ O VERMÚ


- ¿Cuánto tiempo hacía que no veníamos a este bar?

- Demasiado. Hay que cuidar los pocos lugares en los que uno se siente a gusto.

- Siempre he dejado propina.

- Ellos viven de las consumiciones no de tus propinas.

- Mejor eso que nada.

- A veces es mejor nada.

- No te pongas tan a la defensiva.

- Sólo digo que hay que cuidar los lugares que nos gustan. Hay tan pocos en esta ciudad.

- Las ciudades son como uno las quiere ver.

- Hace tiempo, caminaba con los ojos cerrados hasta que llegaba a este lugar.

- Eso es de cobardes.

- Quizás de precavidos.

- Me recuerdas a mi padre, siempre jugando con cinco defensas.

- El realismo es el mejor ataque.

- Ya no recordaba lo bien que sabían estas aceitunas.

- Ves, eso es autoprotección.

- ¿Las aceitunas tienen calorías?

- Eso no es un comentario de bar.

miércoles, 30 de marzo de 2011

QUEREMOS SER TU BANCO

 Nos bajan los sueldos, nos aumentan las horas, nos suben la gasolina, nos congelan las pensiones, nos prohíben pasar de 110, nos suben el I.V.A., nos impiden fumar en los bares, nos suben la luz, nos quitan la desgravación por vivienda, nos exigen que trabajemos más, nos piden que cobremos menos, nos quitan las cajas (si es que alguna vez fueron nuestras), nos amenazan con el despido, nos quitan el derecho a elegir las vacaciones, nos privan de nuestras vacaciones, nos despiden para no sumar antigüedad, nos despojan de nuestro I.R.P.F. para rescatar a los bancos, nos piden primero que consumamos, nos piden después que ahorremos… y nosotros, ¿qué hacemos? Esperar en la cola del cajero para sacar dinero un sábado por la tarde.

martes, 29 de marzo de 2011

BESAR LA LONA


Besar la lona, mi metáfora favorita. Huele a sudor de gimnasio y a plástico antiguo. Al leerla se puede oír la tensión de las cuerdas que la fijan contra el tapiz. Se puede escuchar la mandíbula quebrada ante el puño firme del contrincante.

Besar la lona, como una historia de amor que duele y provoca adicción. Con público presenciando un conflicto que sólo puede acabar mal. La duda del momento en que se pierde la verticalidad para notar el frío del suelo, la trágica caída y la certeza de la derrota.

Besar la lona, mi metáfora favorita.

jueves, 24 de marzo de 2011

UP IN THE AIR


Paseo por Madrid y observo los primeros mensajes de la campaña electoral. Sobre una parada de autobús descansa el rostro, bien grande, de Jaime Lissavetzky, en una fotografía tomada en el barrio de Lavapiés. Se sabe porque al fondo se ve el cartel de la parada de metro aunque el nombre se haya cortado levemente, casi por casualidad. El eslogan reza, “el acalde de todos los barrios”. No conozco en persona a este hombre y dudo de si vale o no para el cargo que pretende, la alcaldía de Madrid. El caso es que para mí es tremendamente familiar. Lo he visto en Japón, cuando la selección española de baloncesto se alzó con el mundial. Cuando los chicos del fútbol hicieron lo propio en Sudáfrica, también estaba allí. Cada vez que uno de los nuestros triunfaba en los Campos Elíseos sobre una bicicleta, el bueno de Jaime salía en la foto. Y lo mismo con el tenis, y con las motos y, por supuesto, en las Olimpiadas. Da igual que fuese en Australia o en Estados Unidos. Me recuerda a ese personaje que interpretaba George Clooney en la película Up in the air, un hombre que, de tanto viajar en avión, coleccionaba millas en su tarjeta de fidelización de cliente. Vuelvo a leer el eslogan de la campaña bajo la barba de Lissavetzky, “el acalde de todos los barrios”… Se me ocurre uno mejor, el alcalde de todos los palcos.

jueves, 10 de marzo de 2011

REDONDELA


A equipaxe pesa sobre as costas. Camiñas por un paso baixo a terra no que alguén disfrutou escribindo a palabra pirola en letras vermellas. Chegas á vía do tren que está baleira. Non hai ninguén con quen falar, ninguén que che oculte a fermosa vista do mar, da montaña e dunha casa ó carón dos raís. Quen more ahí saberá moito de todos. De quen baixa e de quen sube do tren. De quen permanece na vía coa equipaxe no chan e os comboios circulando frente a si. Varias gaivotas relean por un anaco de sabe dios que. Un merlo cruza a vía temerario. Pensas en que quizáis a túa vida faga un stop nesta estación. Coa túa equipaxe no chan agardando por un tren que nunca ha de vir. Marchas.

miércoles, 12 de enero de 2011

MONTE DE MIERDA


Un amigo de quien escribe disfruta mucho cuando me sacan de mis casillas y suelto mi improperio preferido: “¿A quién le has empatado tú en tu vida, monte de mierda?”. Esta expresión, en realidad, nace de dos frases que, por supuesto no son mías. Mi acierto en el insulto es haber combinado las dos logrando la armonía que tanto hace disfrutar a mi amigo.

La primera vez que escuché “monte de mierda” fue en el descansillo del edificio donde residían mis padres. Yo rondaría los diez años de edad y esperaba el ascensor tras regresar del colegio. El vecino del segundo debía de contar con cuatro años más que yo y cursaba estudios en mi escuela. No recuerdo cuál fue el motivo de la gresca pero Luisito me definió como un “monte de mierda” y yo me quedé planchado. No le contesté porque me sacaba tres o cuatro cabezas y, cuando uno cuenta con diez años, es mucho más prudente de lo que muchos adultos creen.

Lo de “¿a quién le has empatado?”, llegó un poco más tarde. Era un caluroso verano y mis compañeros del equipo de baloncesto y yo nos afanábamos en destacar en medio de los muchos jugadores que poblaban un campus de baloncesto. Nos dejábamos la piel de las rodillas en el asfalto de las canchas y competíamos al tiempo que jugábamos. Uno de los monitores, especialmente exigente, disfrutaba con nuestro sufrimiento. Más tarde supe que era el hijo de un importante directivo de la federación y me percaté de la casta que tenía el sujeto. El caso es que el que escribe se rebeló y el monitor no comprendió cómo un macaco se le podía subir a las barbas. Creo que fue la primera sublevación de mi vida y por eso la recuerdo tan bien. Recibí la felicitación de varios de mis compañeros y, por supuesto, el castigo verbal del monitor: “¿tú, a quién le has empatado?”. Ése fue mi trofeo en el campus, interiorizar la frase que encabezaría mis peores pensamientos.

Conjugué dos momentos vitales perfectamente verbalizados y convertí ambos en mi insulto de cabecera. Sé que la frase no es mía pero, muchas veces, la creatividad consiste en saber qué mezclar. A mí me encanta cómo suena.