viernes, 11 de noviembre de 2011

PR€CIO$


Con el I.R.P.F. de nuestras nóminas y con el I.V.A. de lo que consumimos, se construyen carreteras, se pagan profesores, se costea la sanidad y se sostiene el estado del bienestar. También se subvencionan un sinfín de actividades, algunas más fructíferas y necesarias que otras, y se sostiene por ley la existencia de los partidos políticos.

Ayer caminaba por una céntrica calle de una ciudad española y un ser humano que todavía cree en la clase política me agasajó con una bolsa publicitaria. Era roja en su totalidad a excepción de unos filos transparentes y la palabra Rubalcaba en el centro. En su interior había un programa electoral (versión reducida y edulcorada), siete caramelos (también edulcorados), una postal, tres pegatinas y varios panfletos. Todo bien impreso y cortado.

Me paro a pensar en lo que se van a gastar los partidos políticos subvencionados en esta campaña y me entran calambres y sudoraciones varias. Pienso en todo el dinero que se va a invertir en un mensaje vacío, en el dinero que se tirará al contenedor de papel porque va dirigido a gente que está harta de oír y de escuchar sólo ruido que no soluciona nada. Es cosa de todos, hoy es la propaganda de Rubalcaba, hace cuatro años fue el aceite de Rajoy, tres botellitas virgen extra cuidadosamente estuchadas. Despilfarro en propaganda que sale del I.R.P.F. de nuestras nóminas y del I.V.A. de lo que consumimos.

PD: Felicidades a Iván, el primogénito de Soraya Saénz de Santamaría. En los próximos cuatro años, pase lo que pase, no le faltarán pañales ni biberones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario