sábado, 16 de noviembre de 2013

EL PRESTIGE, EL TITANIC Y LA JUSTICIA.



Ha finalizado el juicio por el hundimiento del Prestige y no se ha condenado a nadie, no ha habido culpables. Yo no entiendo de leyes pero sí tengo algo de sentido común como cualquier común de los mortales con cierto espíritu crítico. Si el aparato judicial declara que no hay ningún culpable, yo no encuentro más culpable que el aparato judicial. Si una actividad provoca tal tragedia, tal cataclismo, tal luto, ha de ser reprobada y castigada. Una decepción más en una cadena de decepciones. Once años después, la ley y la justicia le toman el pelo al pueblo, a la gente. Y Telecinco, quizás sin quererlo, nos ilustra por la noche con un blockbuster del hundimiento programando. Titanic el día de la sentencia. Qué ganas tengo de que Holllywood haga algo con la trama del caos ecológico más grande que hemos presenciado, más que nada para que por fin se pueda ver quiénes son los buenos y quiénes son los malos, aunque sólo sea en ficción.