martes, 7 de febrero de 2012

MENOS MAL QUE NOS QUEDA PORTUGAL

Qué bonita es Lisboa. No te olvides de resaltarlo en una conversación de terraza. Habla de su mar abierto al viajero, de sus cuestas interminables que siempre son para arriba, de sus fados melancólicos y lacónicos, de su tranvía al pasado, de sus pasteles de nata de nube de cielo…

No te olvides de decir lo mucho que te gustaría vivir allí, que serías capaz de pasar un largo tiempo paseando por sus calles de bacalao y adoquín, durmiendo en una buhardilla de Santa Justa, explorando tu mente con un cuaderno como los exploradores que descubrieron medio mundo…

No te olvides de sus horarios europeos y su cosmopolitismo, su aspecto todavía de metrópoli de Alfama con ciudadanos negros que recuerdan a los esclavos aunque eso ya hace mucho que pasó…

No te olvides de dejar bien claro que eres artista y profesas la religión de Lisboa aunque lleves toda la vida mirando hacia Portugal por encima del hombro y no sepas idiomas como ellos y te dé exactamente igual que el país esté en manos de tecnócratas porque, al fin y el cabo, sólo vas a Lisboa de vacaciones y, aunque lo hayas dicho muchas veces, nunca aceptarías el sueldo de un lisboeta.

2 comentarios:

  1. Decadente, es fundamental para describir Lisboa.

    Todos lo hacen.

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  2. Más de un guionista español aceptaría trabajar por el sueldo de un guionista lisboeta. Cada vez estamos todos más igualados. A la baja. O, como dicen ellos, a la baixa.
    ¡Qué bonita es Lisboa!

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