jueves, 1 de diciembre de 2011

RIGOR GENERACIONAL


Visito a mi abuelo un viernes. Al día siguiente le será practicada una biopsia en el pulmón. Lo encuentro bien, animado y sólo se queja del ayuno. Mi abuelo es hombre de apetito y el no comer antes de la prueba supone un contratiempo importante para él.

El sábado le realizan la biopsia y el domingo lo visito de nuevo para ver cómo se encuentra. Está recién afeitado y viste arreglado. Esa mañana le ha dado tiempo a tomar los vinos en el bar de siempre como un domingo cualquiera, antes de mi visita. Me sorprende comprobar el buen estado en que se encuentra y me planteo cómo actuaría yo si tuviese que afrontar una biopsia. Me imagino que estaría lleno de preocupación la víspera y encamado al día siguiente.

Comparo mi generación con la de mi abuelo y sólo puedo encontrar diferencias. Ellos son hombres habituados a sufrir. Gente que se crió soportando los rigores del frío, no como yo que he crecido con las molestias de la calefacción central. Claro, esa generación se limpiaba el culo con hojas de higuera, la mía lo hace con toallitas húmedas.

1 comentario:

  1. magnífica reflexión! y digo yo: aprenderán tanto nuestros hijos de nuestros padres como nosotros de nuestros abuelos?

    un abrazo!

    ResponderEliminar